Indonesia. La erupción del Monte Marapi en Sumatra Occidental, cierre temporalmente las operaciones del Aeropuerto Internacional de Minangkabau
El Aeropuerto Internacional de Minangkabau, situado en Padang, Sumatra Occidental, fue cerrado temporalmente el viernes 19 de enero , a causa de la erupción del Monte Marapi, que provocó la expulsión de cenizas volcánicas. El Centro de Vulcanología y Mitigación de Desastres Geológicos (PVMBG) registró una columna de ceniza de 500 metros sobre el pico del Monte Marapi, alcanzando una altura de 3.391 metros sobre el nivel del mar. sin embargo, tras una evaluación realizada el sábado por la mañana, el Aeropuerto Internacional de Minangkabau reanudó sus operaciones.

Los viajeros deben estar atentos a las actualizaciones de sus aerolíneas y prepararse para posibles retrasos o cambios en los itinerarios. Es crucial seguir las actualizaciones de las autoridades locales y los informes de los medios de comunicación sobre la actividad volcánica y las condiciones del aeropuerto. Aeropuerto Internacional de Minangkabau (PDG): Es uno de los principales aeropuertos de la región y juega un papel crucial en la conectividad aérea de Sumatra Occidental.

Los vuelos pueden cancelarse o desviarse debido a la presencia de cenizas volcánicas en la atmósfera.

– Las cenizas volcánicas son extremadamente abrasivas y pueden causar daños significativos al motor de un avión. Cuando las cenizas son succionadas por los motores, pueden fundirse y formar un vidrio que se adhiere a las partes internas del motor, potencialmente causando fallas en el motor.
– Las cenizas pueden reducir significativamente la visibilidad, lo que es un factor crítico para la seguridad durante el despegue y el aterrizaje, así como en vuelo.
– Las partículas de ceniza son duras y pueden erosionar o rayar las superficies de la aeronave, incluidas las ventanas del cockpit, lo que afecta la visibilidad del piloto. También pueden dañar otros componentes sensibles como los sensores de velocidad del aire.
– Pueden interferir con los sistemas electrónicos y de navegación de la aeronave, lo que puede causar problemas de comunicación y orientación.
– En tierra, la acumulación de cenizas en las pistas puede hacerlas resbaladizas, lo que afecta a las operaciones de despegue y aterrizaje.


Indonesia. Eruption of Mount Marapi in West Sumatra, temporarily closes Minangkabau International Airport operations
Minangkabau International Airport, located in Padang, West Sumatra, was temporarily closed on Friday, 19 January, due to the eruption of Mount Marapi, which caused volcanic ash to spew out. The Centre for Volcanology and Geological Disaster Mitigation (PVMBG) recorded an ash plume of 500 metres above the peak of Mount Marapi, reaching a height of 3,391 metres above sea level. However, following an assessment on Saturday morning, Minangkabau International Airport resumed operations.

Travellers should watch for updates from their airlines and prepare for possible delays or changes to itineraries. It is crucial to follow updates from local authorities and media reports on volcanic activity and airport conditions. Minangkabau International Airport (PDG): This is one of the main airports in the region and plays a crucial role in West Sumatra’s air connectivity.

Flights may be cancelled or diverted due to the presence of volcanic ash in the atmosphere.

– Volcanic ash is extremely abrasive and can cause significant damage to an aircraft engine. When ash is sucked into engines, it can melt and form a glass that adheres to internal engine parts, potentially causing engine failure.
– Ash can significantly reduce visibility, which is a critical safety factor during take-off and landing, as well as in flight.
– Ash particles are hard and can erode or scratch aircraft surfaces, including cockpit windows, affecting the pilot’s visibility. They can also damage other sensitive components such as airspeed sensors.
– They can interfere with the aircraft’s electronic and navigation systems, which can cause communication and guidance problems.
– On the ground, ash accumulation on runways can make them slippery, affecting take-off and landing operations.