A partir del 16 de enero de 2023, será necesario pagar para visitar Venecia durante un día.

Todo el mundo tendrá que registrarse para visitarla (eso incluye a los que lleguen en transporte público y en privado), pero no todos tendrán que pagar.

Los turistas que pernocten no tendrán que pagar la entrada; los que paguen un hotel lo harán a través de una tasa turística incluida en su estancia. Los locales (residentes en la región del Véneto), los estudiantes y cualquier persona que visite a su familia tampoco tendrán que pagar.

Quienes visiten las islas circundantes de Burano y Murano tendrán que registrarse y pagar, igual que en Venecia. Sólo se necesitará un billete para visitar todas las islas.

No habrá un límite en el número de visitantes; sin embargo, el precio se encarecerá cuanto más gente quiera visitarla. Al igual que las compañías aéreas, la entrada a Venecia será más barata cuanto antes se reserve.

¿Cómo pueden los turistas pagar la entrada y cómo funcionará?
Habrá un sitio web para registrarse y pagar, y en ese momento se descargará o imprimirá un código QR, que será el billete de entrada a Venecia, que se podrá escanear en las nuevas taquillas que se instalarán en la ciudad o por los guardias que controlarán a los visitantes al azar.

El precio de la entrada a Venecia comenzará en 3 euros y subirá hasta 10 euros. Quien sea sorprendido en el centro de la ciudad sin haber pagado, tendrá que abonar la totalidad de los 10 euros y una multa que puede llegar a los 300 euros.