Estados Unidos reabrirá sus puertas en noviembre a los viajeros aéreos procedentes de 33 países, entre ellos China, India, Brasil y la mayor parte de Europa, que estén totalmente vacunados contra COVID-19.
Estados Unidos admitirá a los viajeros aéreos totalmente vacunados procedentes de los 26 países europeos denominados Schengen, entre ellos Francia, Alemania, Italia, España, Suiza y Grecia, así como Gran Bretaña, Irlanda, China, India, Sudáfrica, Irán y Brasil. Los extranjeros que deseen venir a los Estados Unidos deberán estar completamente vacunados, someterse a pruebas y aceptar dar sus datos de contacto para rastrear casos de contaminación. Las excepciones incluyen a los niños que aún no son elegibles para las vacunas. Sin embargo, no se impondrá ninguna cuarentena a la llegada.

Los estadounidenses que viajen desde el extranjero y no estén vacunados se enfrentarán a normas más estrictas que los ciudadanos vacunados, entre las que se incluye la necesidad de mostrar una prueba COVID-19 negativa en el plazo de tres días antes del viaje y una prueba de compra de un test que se realizará tras la llegada. Desde el año pasado, a las personas sin ciudadanía estadounidense, green cards o exenciones específicas se les ha prohibido viajar a EE. UU. si habían estado en Reino Unido, Irlanda, el área Schengen, China, India, Irán, Sudáfrica o Brasil en los últimos 14 días.

No se ha confirmado una fecha precisa de inicio de las nuevas normas y muchos detalles de la nueva política aún se están decidiendo.